Historia de Voluntarios IV
- elcisnenegro
- 31 oct 2020
- 2 Min. de lectura
«Para mí, mi historia como voluntaria empieza con un hecho triste. Aunque desde pequeña he tenido esa sensibilidad especial y sentimiento de amor profundo hacia los animales, nunca me atreví a hacerme voluntaria porque todas las personas que me rodeaban me insistían en que no sería capaz de hacerlo, que sufriría mucho etc…pero cuando estás destinado a algo, tarde o temprano se manifiesta.

Hace unos 8 años adopté un gatito de la protectora de Sabadell y tuve mi primer intento de ser voluntaria allí pero tenían bastante gente y nunca cuajó. 4 años después, mi ángel blanco, Sylver, murió de una pancreatitis y una parte de mi murió con él. Adoraba a ese gato porque le adopté en un momento delicado de mi vida y él me dio las fuerzas para seguir adelante. Cuando se fue mi angelito, empecé a buscar en las protectoras otro gatito porque el dolor de su ausencia podía conmigo y casualidades de la vida en internet encontré a Albi, un gatito muy parecido a mi Sylver que era sordete. Albi vivía en La Lliga de Barcelona y uno de los trabajadores me invitó a ir a conocerle. En este período de tiempo también apareció Eder en mi vida, mi ángel negro y gordete. Cuando subí a la Lliga y vi los gatos, los voluntarios, el ambiente….no se, mi cabeza hizo clic y automáticamente me hice voluntaria…

Pasé allí 4 años de mi vida en los que conocí gente maravillosa como Clara, Laura, Álex y muchos más que no caben en estas líneas pero si en mi corazón y por supuesto experimenté lo que siempre había deseado, ayudar a lo que más adoro, mis queridos animalillos. Tuve momentos muy alegres y muy tristes, pero en cualquier caso, me daban fuerzas para seguir ayudando. Estando allí nació El Cisne…..y el resto casi que lo sabéis, visitas a Tarracos, jornadas en ASS, ferias, mercadillos (que me han ayudado a descubrir que mi coche se expande)….y cariño, toneladas de cariño del más fuerte, el de los peludos, y esas personas que pese a conocer mis muchos defectos, me siguen queriendo.

Con estas líneas termino y os doy las gracias por esta felicidad que habéis aportado a mi vida.
Esther Arjona
Voluntaria de El Cisne Negro
Estamos retomando nuestras Historias de Voluntarios, esta historia se escribió en marzo de 2013.
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