Bueno para empezar podría decir que mi historia de voluntariado empezó en un gimnasio, si, cuando conocí a Clara y poco a poco, después de las clases de yoga, explicándome lo que hacíais y todos sus proyectos, empecé a sentir el gusanillo de participar yo también.
Pero antes os quiero explicar mi evolución desde pequeña. En casa nunca tuvimos perro pero si tuvimos canarios, periquitos, un hámster que lo adorábamos y lo dejábamos suelto por toda la casa y claro roía las patas de los muebles y todo lo que se encontraba por el camino, también recuerdo después unas ratitas con una cola enorme y que a todos nos encantaban.
Ya más tarde apareció una gata que estaba por los patios alrededor de mi casa y que nos hicimos con ella, la llamamos “chispita” y formó parte de nuestra familia hasta que murió ya entrada en años. Con ella viajábamos a todas partes, la quisimos mucho, lo pienso ahora pero en aquel momento no lo sentí igual porque era algo natural para nosotros, cuidábamos y queríamos a todos los animalitos que se acercaban a nosotros. También tuvimos otro gato pero nos salió muy trúan y se nos escapaba para ir de pendoneo regresando con unas heridas…… Lo curábamos pero al cabo de unos días volvía a escaparse. Una vez marchó y no regreso.
Corre por casa de mis padres una foto de mi padre de joven con un cordero a su lado y me cuentan que lo seguía a todas partes.
Así que supongo que algo me viene de mi niñez, hecho que lo he pensado posteriormente a mi relación con el Cisne.
Pues si, mi historia como voluntaria, como os he dicho, se forjó en el gym y un buen día quede con Clara para ir a Animals Sense Sostre. Nunca lo olvidaré, me impactó mucho ver a los peludos en las jaulas, ladrando, esperando que los sacásemos a pasear. Creo que fue el día que más perros pasee, al día siguiente no me aguantaba, todo mi cuerpo me dolia , pero estaba contenta y satisfecha.
Y así, mes a mes, ahora una feria, ahora una salida a la Junquera, otra a Abrera a limpiar matorrales, Badagats, ASS, y muchas otras, me he ido introduciendo y la verdad es que estoy contenta, aunque por mi manera de ser, nunca lo estoy del todo y siempre pienso que me quedo corta.
Me he enrollado mucho y no se si lo acabareis de leer, quizás os aburra pero lo llevo pensando hace tiempo y realmente esta es mi historia.
Ahhh y no puedo olvidar mencionar a “Franky” mi perrito salchicha que lo adoro. Fue un flechazo, lo vi en ASS y conseguí adoptarlo.
En fin para acabar, espero seguir muchos años con vosotros y dar cada día algo más de mi para colaborar en todo aquello que con humildad pueda aportar.
Marga Jarque
Estamos retomando nuestras Historias de Voluntarios, esta historia se escribió en febrero de 2015.
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